La experiencia en el cuidado de niños

Sin duda y por razones obvias uno de los requisitos más importantes es las horas de experiencia en el cuidado de niños. Algunas chicas por su situación o los estudios que eligieron tienen este tema resuelto desde el comienzo; pero para otras como yo, el cuidado de niños no sobrepasaba la experiencia con hermanos, primos y tal vez algún voluntariado.

La pregunta que me hacía temblar era ¿Cuántas horas de experiencia tienes en el cuidado de niños que no sean parte de tu familia? Se supone que el mínimo de horas de experiencia son 200 pero a las agencias y en sí a las familias, les resulta más atractivo tu perfil si tienes más horas, preferiblemente 1.000 o al menos más de 500.

Yo me ponía a hacer cálculos aproximados y no alcanzaba a sumar ni las 500 horas ¡¡¡Auxiliooooooo!!!!, así que me di cuenta que como otros requisitos, este iba a implicar un poco más de mi tiempo para cumplirlo.

Algunas agencias te sugieren lugares donde puedes realizar las horas que te faltan ayudando en fundaciones, hogares para niños o colegios como voluntaria. Puedo afirmar con plena seguridad que independiente de las experiencias que tengan con sus familiares más cercanos estas horas "institucionales" son muy importantes y más enriquecedoras ya que además de aprender constantemente sobre la rutina diaria de los niños, nos abre más los ojos para comprender a lo que nos vamos a enfrentar.

Es probable que las profesoras además de agradecer tu ayuda, te enseñen tips para manejar a los niños en diferentes situaciones o te den ideas para realizar actividades manuales que estimulen las habilidades de los niños. Definitivamente le agradezco a la profesora que me ayudó pues siempre fue muy receptiva y ante cada actividad que realizaba me explicaba cuál era su objetivo y cómo se puede guiar a los niños de manera positiva para que mejoren día a día.

Durante este tiempo aprendí, por ejemplo, canciones muy divertidas para obtener la atención de los niños, ejercicios de gimnasia y actividades con pintura, plastilina y un montón de materiales más (materiales y actividades que debes tener en cuenta según el rango de edad).

Así que aunque nuestros planes se alarguen mientras cumplimos con este requisito, no desesperes, realmente valdrá la pena. Es una experiencia donde aprendes a reconocer las personalidades y actitudes de los niños, te permite medir tus niveles de paciencia, saber si eres buena trabajando con más de dos o tres niños al tiempo (usualmente en los salones hay de 10 a 15 o más) y cómo te desenvuelves trabajando bajo presión.

Además adquieres herramientas para lidiar con situaciones cotidianas como ir al baño, limpiar su colita, las peleas entre niños, entre otras, y cómo manejarlas de una formas positiva. Obviamente esto no te lo van a enseñar y te van a guiar en todo el proceso, se trata de ser muy observadora y de captar las ideas que se plantean en el entorno, absorber como una esponja todo lo que creas que podrás utilizar en tu nuevo reto como au pair.

Y no olviden pedir su certificado del tiempo que estuvieron ayudando en la entidad, eso va a hacer aún más creíble su experiencia.

Un abrazo!